lunes, 31 de diciembre de 2012

Mis prejuicios: Los propósitos de Año Nuevo


Un ciclo astronómico termina dependiendo de dónde se haya empezado a contabilizarlo: los europeos de una forma, los chinos de otra, los mayas, que ya no tenían más números, de otra distinta. Si las estrellas no van a cambiar su recorrido al iniciar otra revolución, difícilmente lo hará uno mismo a su pequeña escala molecular, o celular, o neuronal. Ejemplo: por más que uno se empeñe en que su tendencia al coleccionismo no le reporta felicidad, y en que las circunstancias de su vida jamás le permitirán un aprovechamiento y disfrute cabales de sus fondos, a estas alturas sabe que su ADN de bibliotecario, heredado por rama materna, le empujará sin remedio a acumular maravillosos productos culturales y a elaborar fascinantes listas de ellos. Lo de vencer el determinismo lo dejo para el iluso final de “Minority report” de Spielberg.

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