miércoles, 2 de enero de 2013

Mis prejuicios: Los racionalistas


Al igual que los detractores de las religiones demuestran auténtico fervor en derribar uno por uno todos los dogmas, como si hiciera falta tanto esfuerzo para demostrar inexistencias para ellos tan evidentes, algunos dedican todas sus energías sexuales reprimidas a borrar del mapa todo lo supuestamente sobrenatural o paranormal, insistiendo en que la ciencia lo explica todo. Uno no va a llegar a los extremos de Charles Fort, en cuyos libros uno parece ver una venganza encubierta contra algún profesor de naturales que lo suspendió de pequeño, y lo cierto es que las explicaciones racionales son al tiempo más sencillas y más tranquilizadoras, pero uno puede comprender, si no disculpar, la recaída en un cierto pensamiento mágico, teniendo en cuenta que el positivismo del XIX, padre del capitalismo industrial, nos ha metido a todos en bolsitas de plástico retractiladas.

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