martes, 31 de diciembre de 2013

"Max mon amour" (1986): Un amante muy mono


 
La peli que cerró de raíz el prometedor ciclo de coproducciones internacionales de Oshima. Especie de homenaje a Buñuel con varios de sus colaboradores, ambientado en un París cosmopolita de intelectuales y diplomáticos, “Max, mi amor” demuestra varias cosas. Primero, que la relación amor-odio de Oshima con Japón tenía más de lo primero, porque su única obra carente de elementos japoneses es también, y con diferencia, la peor. Segundo, que su aptitud para la comedia ligera tiraba a lo mínimo. Tercero, que la identidad autoral del nuevo Oshima como cantor del deseo prohibido fue flacamente servida por una idea que parece fruto de una borrachera nocturna pero siguió pareciendo buena a la mañana siguiente. ¿Charlotte Rampling haciéndose arrumacos con un tipo disfrazado de mono? ¿Nadie pensó en que podían pasar 13 años hasta que se le dejara rodar de nuevo?

No hay comentarios: