No marigolds in the Promised Land: There's a hole in the ground where they used to grow.
sábado, 20 de octubre de 2007
Deborah Kerr (1921-2007)
Me dan igual “Tú y yo”, “De aquí a la eternidad” o “El rey y yo”; para mí, Deborah Kerr será siempre la reina de las monjas guapas desde “Narciso negro”, donde el sensual exotismo de la India y el rústico “sex appeal” colonialista de David Farrar pusieron en peligro tanto sus votos como los de la injustamente olvidada Kathleen Byron hasta llegar a un memorable duelo al borde del abismo.
También guardo entrañable recuerdo de ella encarnando a la mujer casada que inicia en el sexo a aquel jovencito cuya masculinidad todos ponían en duda en “Té y simpatía”. Da igual el final con moraleja: era raro que Hollywood se atreviera con argumentos así.
Claro que tras una belleza británica y fría como la de Deborah, que casi habría sido el sueño de Hitchcock hecho realidad, también acechaban los peligros de la represión y la histeria, como demostró su institutriz de “Suspense”, en mi opinión la verdadera villana de la historia, mucho más terrorífica que cualquier fantasma, como el pobre Miles acabó sufriendo en carne propia.
Una gran actriz, y también una gran pérdida. Menudo año llevamos.
ResponderEliminarQue en paz descanse.
¡Un saludo!