sábado, 19 de abril de 2008

Le ballon rouge


Ese espíritu libre como el aire, esa alma independiente que guía tus pasos, que te muestra el camino de la ilusión entre las ruinas de un París de posguerra, esa rebeldía que hace pasar por locos a los maestros intransigentes, que te vale la expulsión de las capillas por húsares de guardarropía. Esa originalidad interior que te vale las envidias ajenas, las persecuciones de los que querrían lo que tú tienes sólo para destruirlo o para guardarlo en un armario bajo llave. Ese impulso que no debes dejar morir aunque lo revienten una y mil veces, que te sumirá en el más profundo azul del cielo si sólo confías un poco en él.

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