Todo comenzó con el abuso de planos “atmosféricos” de la
luna por la decepcionante “Boneboys”: cada vez que en cualquier peli de la
Muestra, aunque fuera “Alien”, apareciese un plano que recordase siquiera a
nuestro satélite, el público aplaudía. Lo cual por un lado supone la típica reacción
lúdica y simpática que da atractivo a estos eventos, y por otro tiene mucho de
confesión: somos un público lunático. Los organizadores han tenido esto
demasiado en cuenta: de once películas nuevas exhibidas en el Callao, nada
menos que seis tienen que ver con el desmadre en sus más (o menos) variadas
formas. Menos mal que el gafapastismo se coló de rondón por medio de los
nombres consagrados de Coppola y Cronenberg (por la persona interpuesta de su
hijo). Mientras tanto, Leticia, después de “Rec 3”, más encantada de conocerse
que nunca.
Muchas gracias. Acabas de resolver uno de los grandes enigmas de mi vida en estas últimas semanas. Yo no vi Boneboys, y cuando en la primera peli que vi (la de Coppola), la gente aplaudía cada vez que aparecía la luna, no entendí nada, pero pensé que sería algún tipo de homenaje a Coppola que se me escapaba. Pero cuando aquello siguió ocurriendo en el resto de películas, mi teoría se desmoronó y ya no supe qué pensar.
ResponderEliminarPor cierto, como sigamos así, la muestra va a acabar siendo de cine cómico (los Abbot y Costello contra los fantasmas del siglo XXI) más que de ciencia ficción y terror.