“Cabin in the woods” es ya causa célebre en lo referente a
la mala distribución del cine fantástico en España. Lo que nadie dice es que se
trata de una película hecha hasta tal punto para los incondicionales del terror
que cuesta imaginar a un espectador “de fuera” entendiendo su reflexión
juguetona sobre el género y disfrutando con sus mil referencias como lo hacía
el público del Callao. En cierto sentido es un producto tan “de consumo
interno” como “Dead sushi” o “Cockneys”, pero con suspense y gore tomados en
serio y una base conceptual que gustará a amargados gafapastas como el que
suscribe. A la salida, una chica me contaba satisfecha que por fin se había
enterado bien de la película, porque los subtítulos que se había bajado estaban
traducidos a medias y mal. Viva la cultura gratuita.
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