sábado, 7 de noviembre de 2009

Flashback: Loco por tus huesos (Capítulo XLIV)


Moshé Shalom no puede creer lo que ve frente a él: su médico torturador del campo de concentración, en el cuarto adyacente, visible a través de un cristal, y que no es sino un laboratorio; su discípula aventajada y ex amante sadomasoquista, Ilsa, quien no ha envejecido un solo día, siendo estrangulada por un chimpancé. La tentación de dejar morir a la valkiria sabia es demasiado intensa, sobre todo tras dejar a Vernon sin sentido de un culatazo, pero Moshé debe saber, y además los viejos amores, sobre todo sin son tortuosos y sórdidos, tardan en morir. Así pues, dispara contra Bungle, que cae herido en un brazo y rebota contra la pared del fondo. Moshé se inclina junto a Ilsa, que sangra mucho por el cuello, y pese a la dureza de la situación la acaricia como a una amante y deposita un beso tembloroso y febril en sus labios. Abandonado a sus emociones, Moshé no repara en cómo Vera se zafa de sus ligaduras, aflojadas previamente por Bungle, ni en cómo los dientes de Ilsa hallan su yugular y muerden profundamente. A medida que Ilsa sorbe los borbotones de sangre de Moshé, sus heridas del cuello sanan y desaparecen, así como las nimias señales de la edad que pudiesen quedarle. Vera, con Bungle en brazos, abandona su idea original de asesinar a Vernon y en lugar de ello decide huir, impresionada a su pesar por lo que ve: Ilsa, de los treinta años que aparentaba en un principio, ha pasado, en el curso de su depredación de Moshé, a adoptar un aspecto de quinceañera.

(Continuará)

No hay comentarios: