El arte de perder es no sentirse defraudado cuando lo arriesgaste todo, consciente de lo que tenías en juego, y salió rojo en lugar de negro. El arte de perder es saber que las circunstancias te empujaron a jugar con esas cartas y no con otras, aplicando las reglas de una manera personal que para ti siempre será la correcta, y no alterarte cuando tus compañeros de mesa te echan en cara ser un tramposo y te expulsan de la timba. El arte de perder supone aceptar que personas menos válidas que tú hagan piña en contra de ese recién llegado que parece creerse tan superior. El arte de perder supone no descartar la posibilidad de que aquel gran momento de gloria de hace ya unos cuantos años podría muy bien ser el único que conozcas en tu vida.
Los hay que estamos ya hechos unos artistas, y por eso no tenemos derecho alguno a quejarnos.
2 comentarios:
Y en este caso, ¿hablamos de Eddie o del Gordo?
Al Gordo no se le puede ganar.
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