miércoles, 9 de junio de 2010

Dennis Hopper (1936-2010)


Curioso itinerario. Primero, compañero de rebeldías sin causa cincuenteras de James Dean. Después, víctima de la incomprensión de la sociedad y del abuso paterno en “Duelo de titanes”, cuyos guionistas aprovecharon la leyenda mitológica de Wyatt Earp y los Clanton para hacer un psicoanálisis contemporáneo. A continuación, icono de una contracultura hippiosa con mucha violencia dentro (¿tal vez la del Vietnam?): CSN&Y no salieron en la banda sonora de “Easy Rider” porque Dennis estuvo a punto de acabar a leche limpia con David Crosby. La desorientación del momento se cobró su precio: la aventura fílmica a lo Herzog de “The last movie” fue tan fatal para su protagonista ficticio como para su creador real: a día de hoy, sigue siendo una película difícil de encontrar, y no es raro que la nueva personalidad fílmica por defecto de Dennis fuera la del hippy colgado pero simpaticón, tal como lo retrató Coppola en “Apocalypse now”, estereotipo quizá preferible al creado en “El amigo americano” por Wenders, que vio en él a un actor secundario de westerns y un icono serie B de un Hollywood dominador del imaginario europeo. David Lynch fue más hábil y recicló todos los aspectos oscuros de su biografía para hacer de él la encarnación del mal. “Terciopelo azul” devolvió a Dennis a la primera fila del cine, pero a cambio de convertirle a la postre en una de las presencias malignas más previsibles de la pantalla durante los años 80 y 90. Verle como dinosaurio humanizado en “Super Mario Bros.” o como líder de los Smokers en “Waterworld” acabó con su credibilidad de autor underground que estrenaba películas como “Caído del cielo” en las salas de prestigio, pero le permitió fraguarse una carrera como coleccionista de arte. Mi único encuentro personal con él fue cuando llegó 45 minutos tarde a una presentación filmotequera de “Easy rider”, y la última vez que lo vi en la gran pantalla fue como confidente de achaques de Ben Kingsley en “Elegy”, de la infravalorada Isabel Coixet.

2 comentarios:

Admin dijo...

¿Infravalorada la Coixet?
Me vienen a la cabeza tres palabras que no creo que sean sinónimos del epíteto que le aplicas: 1)Vana 2)Pedante y 3)Progre-chupy-guay.
Vale, con la número tres ya habría más que de sobras pero bueno...

(Es que duele ver escritos los nombres Hopper y Coixet en un mismo post)

En cuanto al resto del artículo: como siempre, ¡fantabuloso!

Abuelo Igor dijo...

No estoy muy seguro de que "infravalorada" sea un epíteto, pero, de todas maneras, parece que obtuve la reacción que deseaba, con lo cual estoy contento.

Por cierto, también me gusta Julio Medem.

Saludos.