lunes, 17 de diciembre de 2012
Mis prejuicios: El color amarillo
No me verán con ropa amarilla. Por timidez o discreción:
siendo el color que capta más rápido la mirada, es el menos adecuado para
pasar inadvertido, contraviniendo mi deseo secreto de disolverme en el universo
a la par que soy consciente de todo cuanto me rodea. También es el color más
utilizado en las señales de peligro, de ahí que una persona empeñada en lucirlo
transmita una sutil amenaza; aquella entrevista televisiva de Daniel Barenboim en
chaqueta amarilla daba mal rollito pese a sus poses humanistas. Pero, a nivel
personal, quizá mi desprecio por este color refleje una añoranza por mi
vocación audiovisual frustrada: se sabe que Vicente Escrivá paralizó el rodaje
de “Réquiem por Granada” hasta que un eléctrico no cambiase el tono de su
vestimenta. También es irónico que mi subgénero filmico favorito sea el giallo
italiano.
Etiquetas:
Colores,
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